"La tradición médica y la superstición son el origen de la concepción sobre Satanás que ha llegado hasta nosotros como un monstruo de horrible forma y expresión, acompañado de pezuñas, cuernos, la horca, la cola de púas, y el aliento de llamas.
Este espantajo de los ignorantes y supersticiosos no tiene, de hecho, ninguna base en las Escrituras, y es la fuente de burla por parte de gente (que presuman de) inteligente y culta.
Esta impresión grotesca y absurda en cuanto a Satanás es en sí misma una evidencia del arte y la astucia del engañador."
Carlyle B. Haynes, Satan, His Origin, Work and Destiny, (Satanás, sus orígenes, obra y destino)(Nashville: Southern Publishing Associates, 1920).
"El que se ríe de lo que no sabe y critica lo que no ha investigado, es o está en el camino de volverse idiota." Samuel Aun Weor
Satanás era originalmente un ángel ilustre, majestuoso, llamado Lucifer, "el Portador de Luz". La Nueva Versión Internacional de la Biblia, llama a Lucifer, la "Estrella de la Mañana" en Isaías 14:12, pero esto es un error en las traducciones modernas. Morning Star (la Estrella de la Mañana) es el nombre de Jesús el Cristo, y nunca debemos darle a Satanás ese honor.
La palabra Lucifer viene de dos palabras latinas que significan "portador de luz". Lucifer llevó la luz de Dios mientras estaba en el cielo, brillando por un tiempo, pero lo dejó y entró en su lugar, en la oscuridad total.
Lucifer era un ángel poderoso y con una posición elevada en el Cielo. Él era el "ungido querubín encubridor.". Él fue puesto sobre todos los ángeles y ocupaba una posición muy alta, radiante de luz, pero nunca sobre el trono de Dios. Era muy hermoso y tenía una hermosa voz. Lideró los coros angelicales del Cielo:
"los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados para ti el día que fuiste creado."(Ezequiel 28:12-14).
Pero debido a que Lucifer estaba muy orgulloso de su belleza, llegó a albergar el deseo de ensalzarse a sí mismo. Él empezó a considerarse a sí mismo por encima de Dios, e inició una rebelión que aún continúa en la actualidad.
El profeta Isaías dice:
"Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios, me sentaré en el monte de la congregación ... Subiré sobre las alturas de las nubes, y seré semejante al Altísimo." (Isaías 14:13-14)
Lucifer mismo se eligió para sentarse por encima de Dios, iniciando la rebelión que hoy día continua con al misma fuerza e ira.
"La maldad del diablo es tan grande en este planeta, que nadie lo puede entender. Para ser tan malvado, como para encontrar el placer y deleite sólo en la desgracia de otras personas; en su sufrimiento de hambre, de sed, de miseria y necesidad, en la perpetuación de derramamiento de sangre y traición, especialmente en las vidas de aquellos que no han hecho ni podían hacer ningún daño, esta es la rabia infernal e insaciable y la furia del miserable diablo."
Ewald Plass, What Luther Says Volume 1, (Lo que dijo Martin Lutero) (Concordia College, 2006).
¡PODEMOS VENCER!
El diablo no es una abstracción teológica o una falsa imagen o pensamiento resultado de un desvío mental.
El diablo es un ser personal, capaz de atacar a personas inocentes.
Tuvo un encuentro personal con Cristo en el desierto.
"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo."
(Mateo 4:1)
Juan también escribe sobre el espíritu de Satanás que entró en el corazón de Judas cuando traicionó a Jesús.
"Y tras el bocado Satanás entró en él." (Juan 13:27)
El apóstol Pedro advierte a los Cristianos no bromear con este ser sobrenatural:
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;" (1Pedro 5:8)
El diablo es un engañador; él incluso hace milagros para lograr sus objetivos. El usa de su ejercito de ángeles rebeldes bajo sus ordenes, y trabaja fervorosamente para engañar a todo el mundo, los principales ataques dirigiéndose a los gobernantes de este planeta, ellos siendo sus aliados en manipular y desviar las mentes de los habitantes del mundo e incitarlos a rebelarse contra Dios:
"porque son espíritus de demonios, haciendo milagros, que van a los reyes de la tierra y a todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso."
(Apocalipsis 16:14)
Satanás se puede transformar en un ángel de luz, presentándose al mundo como un ser celestial venido en favor de la humanidad:
"Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz."
(2 Corintios 11:14)
Es una potencia en guerra contra los que eligen creer en Dios, en Jesucristo y en la Biblia, conocidos como, Cristianos o, el Pueblo de Dios:
"porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra malicias espirituales en las alturas."(Efesios 6:12)
La única manera de superar este poder y de ganar esta Guerra Espiritual, es a través de la ayuda de Dios. Debemos usar "la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios", la Biblia.
"y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;"
(Efesios 6:17)
El consejo inspirado del apóstol Jacob (Santiago), es la llave para salir vencedor en esta lucha desigual:
"Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros." (Santiago 4:7)
Los que comprenden el peligro y el odio de este ángel caído y se ponen a sí mismos bajo la protección de Dios, sometiendo sus vidas a la obediencia de los Mandamientos del Creador pueden estar seguros que ningún poder en la tierra o en el cielo podrán conquistarlos.
"Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte." (Apocalipsis 12:11)
Los que pueden perder sus vidas terrenales (en la guerra algunos mueren y hay victimas en toda batalla), pero han elegido antes rendirlas a los pies del Cordero de Dios, Jesús el Cristo, pueden confiar que van a obtener la vida eterna, conforme a las palabras del Maestro:
"Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará." (Mateo 16:25)
Nos encontramos en medio de una gran guerra entre Cristo y el diablo, pero no se nos deja solos a la batalla.
El plan de Dios siempre fue que Él debía de soportar las consecuencias de nuestro pecado. Él se hizo pecado por nosotros, para que todo aquel que en Él cree, pueda ser salvado.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)
El símbolo de una cruz manchada de sangre divino, y una tumba vacía, son el testimonio de la única religión del mundo, en la cual el Creador del Universo y de la humanidad sacrifica Su vida en favor del ser humano pecador, para resucitar luego en las alturas celestiales preparando el Lugar Eterno para los que en esta vida terrenal han elegido creer en Su Palabra, la Biblia, y recibir el perdón y la redención ofrecidas gratuitamente, por el amor infinito de Dios.
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